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Batalla De Karlavach | Heinz Janisch
Batalla De Karlavach | Heinz Janisch
Unas gotas de helado de arándanos caen sobre la piel de un perro, lo que provoca un enfrentamiento. El enfrentamiento se extiende y ya los ejercitos avanzan y vociferan los jefes: ¡Adelante! ¡Atrás! ¡Vamos!. Los gorros vuelan hacia el enemigo, que se los devuelve por el aire. Les siguen botones de casacas y finalmente uniformes. De pronto, todos están en calzoncillos. Ahora nadie sabe a que ejercito pertenece. ¡Tengo hambre!, exclama uno. ¡Yo tambien, yo tambien!, se oye desde todos los lados. Y ya el olor a salchicha asada y los pensamientos en los más queridos de casa alejan a los hombres de la batalla. Solamente los comandantes en jefe de los ejercitos se quedan, rígidos como monumentos de piedra.
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