BEBER PARA CONTARLA

Lo que más se destaca al leer estas 24 historias es la vigorosa libertad del imaginario, su desfachatez, la ilusión de encontrar las palabras juntas para expresar nuestros delirios, lo que nos carcome, lo que nos forma y deforma, lo que intentamos en la soledad para salir de la banalidad y el desgaste de lo cotidiano, nuestro combate contra el desamor, la fala de poesía y el egoísmo. ¿De qué hablamos cuando hablamos de amor?, se preguntaba el gran Raymond Carver. ¿De qué hablan nuestros narradores? De un hombre que sueña con "levantar" actrices de cine, de un extraterrestre posesivo hasta lo letal, del alemán que descubrió donde estaba Troya histórica, de un experimentado imaginario de la física cuántica aplicado a la familia (El gato de Schrödinger), de la homosexualidad en el ejército, del lumpen-proletariado en Medellín, del alivio que siente un sicario al morir de un balazo, de un muchacho loco por internet y sus sueños densos inmersos en la pantalla líquida...