0

    Tu carrito está vacío

    Una codorniz para la quinceañera y otros absurdos

    Estos cuentos discurren por una prosa ágil, sencilla, aliada con un lenguaje coloquial y afectuoso al servicio de tramas absurdas teñidas con humor inteligente, irónico y elaborado como un cimiento más en la arquitectura del relato. Resulta evidente una peculiar capacidad para disponer la ironía en el lugar preciso, sin afectar el abrumo o la desazón del personaje, que casi siempre nos habla de sus pequeñas congojas con una suerte de resignación o estoicismo. Personajes entrañables ponen a nuestros ojos el desatino que los acecha día a día, el absurdo que es la vida misma.