9789584941848
Aliéntenme esta noche,
que el mar me pide que a él me arroje.
Diana Acosta Rippe
Empecé, no sin temblor, por esa carretera de La estatua de su olvido: “Es el espacio que se forma / entre las gotas de lluvia cuando caen”. Me fui descolgando, subrepticio, por sus líneas con esa lentitud de rumiante que reclamaba Nietzsche... Lectores, entrad a estas líneas, os deseo la misma suerte mía.
Cristóbal Peláez
Con el luto propio y el del palco, con el llamado del mar, una vez “negro”, otra vez “florecido de cádaveres”, este poemario donde la extinción nos rodea invita a escuchar las campanas que no dejan de repiquetear cuando cerramos el libro, al fin y al cabo “son auténticas voceras de la muerte”.
Jerónimo Pizarro